En Armas & Asociados sabemos que lo más lógico sería que, como cliente de un banco, contases con un asesor financiero. ¿Por qué? Porque así podrías tener más claras las condiciones de los productos financieros que te interesan y si estas son las más óptimas del mercado. Nuestra asesoría financiera trabaja con todos los bancos, así que podemos hacer comparativas, pedir contraofertas y renegociar condiciones, en caso de proceder. Hoy te contamos por qué es buena idea contratar una asesoría financiera.
¿Qué es una asesoría financiera?
La asesoría financiera se conforma de un equipo de profesionales especializados que aportan orientación a las personas físicas y empresas, cuando se trata de sus finanzas. El principal objetivo es ayudar a la toma de decisiones financieras y que estas sean informadas y estratégicas. Además, se busca que los clientes alcancen sus metas económicas de forma más efectiva.
¿Por qué contratar una asesoría financiera? Los expertos que forman parte de la asesoría están formados en una gran variedad de temas. Aquí se incluyen productos bancarios, planes de jubilación, gestión de deudas, inversiones, seguros, planificación del patrimonio, entre otros. Un asesor financiero podría hacer lo mismo que el asesor de tu banco de toda la vida, pero con la diferencia de que el asesor de la entidad bancaria busca colocar sus productos. Sin embargo, al contratar una asesoría financiera externa, recibes un enfoque personalizado que se adapta a tus necesidades y objetivos específicos.
Cabe destacar que, al contratar una asesoría financiera, podrás tener una visión mucho más clara de tu situación financiera. ¿Te ha pasado que no puedes interpretar el balance de tu cuenta? ¿O saber cuánto te queda por pagar de una hipoteca? ¿Si te compensa más un leasing o un renting? El asesor te ayuda con esto. No solo podrás identificar oportunidades para invertir, sino proteger tu patrimonio. Básicamente, es posible tomar decisiones financieras más acertadas y evitar errores.
Los beneficios de contratar una asesoría financiera
No todas las asesorías financieras ofrecen los mismos servicios. Pero vamos a analizar cuáles son los más comunes:
- Gestión de inversiones. Si quieres invertir, contratar una asesoría financiera es una buena alternativa, pues podrás tener una cartera diversificada y adecuada, según tu perfil de riesgo.
- Riesgos y seguros. Una asesoría puede recomendarte estrategias para protegerte financieramente. En este sentido, se analizan los seguros de vida, de salud, del hogar, de vehículos, etcétera.
- Planificación financiera. La asesoría evalúa cuál es tu situación financiera y cuáles son tus necesidades y objetivos. La idea es desarrollar un plan personalizado que te permita alcanzar tus metas a corto, medio y largo plazo. Por ejemplo, comprar un coche, contratar un seguro para el hogar, planificar la jubilación, etcétera.
- Gestión de deudas. La asesoría puede ayudarte a reducir tus deudas de forma eficiente, de manera que evitas endeudarte más.
- Planificación de la jubilación. Un asesor financiero ayuda a los clientes a prepararse para el retiro e informa cuánto dinero se necesita para vivir, cómodamente, después de la jubilación.
- Planificación del patrimonio, para la gestión de herencias y la transmisión de bienes en el futuro, de forma que todo sea de forma efectiva.
- Educación financiera. Si no estás familiarizado con conceptos financieros, no sabes qué tipo de producto de tu banco te conviene más o si tienes dudas sobre intereses, inversiones, etcétera; un asesor financiero puede ayudarte.
Beneficios de contratar una asesoría financiera
Atención personalizada
Una de las ventajas de contratar una asesoría financiera es que tendrás atención individualizada, según tu situación económica y objetivos a futuro. Un asesor financiero cuenta con la formación y experiencia necesarias, así como con los conocimientos suficientes para ayudarte a tomar decisiones informadas y acertadas.
Minimiza los riesgos
Cuando no cuentas con la información necesaria sobre determinado producto financiero, es posible que, a la larga, esto le pase factura a tus finanzas. Una hipoteca que no te convenía; un crédito bancario con intereses desorbitados, un plan de jubilación que no se ajusta a tus necesidades, etcétera. Lo que el asesor financiero hace es ayudarte a tomar decisiones más acertadas.
Pero esto también aplica al ámbito de las inversiones. Invertir en distintos mercados puede suponer un riesgo para tu patrimonio y una asesoría financiera puede ayudarte a reducir el riesgo de las inversiones, protegiendo tus bienes.
Ahorro de tiempo
Ir al banco, gestionar las inversiones, las deudas, los planes de jubilación o informarse sobre el mejor crédito para comprar un coche… Todo esto supone un esfuerzo. Y si no tienes grandes conocimientos sobre cómo funcionan los bancos y sus productos, puede suponer un quebradero de cabeza. Contratar una asesoría financiera no solo te ahorra tiempo, sino que también recibes, de primera mano, toda la información necesaria. El asesor investiga diferentes productos, los analiza y compara y te explica cuál es el que podría ajustarse a tu salud financiera.
